domingo, 21 de diciembre de 2014

Mensajes amables de fin de semana: el Cinturón de Orión


Estimados Clientes y/o amantes del LEAN:

En un mail anterior, hablamos de cómo localizar en estas noches de invierno inigualables a lo largo de todo el año para la observación astronómica, la galaxia de Andrómeda
Pero eso exigía precisión, tiempo y paciencia
Para los que no tenéis ninguna de esas virtudes, siempre quedan las bellezas escondidas en el Cinturón de Orión. Basta subir la mirada al cielo y aparecen, en todo su esplendor, las tres bellezas del invierno : Sirio  la estrella más brillante del cielo, Betelgeuse, estrella de primera magnitud y color naranja pálido, y Rigel, también estrella de primera magnitud y tonalidad blanquiazulada

Como complemento, he añadido las siguientes curiosidades:
1º. El cielo de las noches de Diciembre:

2º. Cómo identificar el Cinturón de Orión:

3º. Por qué, según la Mitología griega, cuando aparece Orión en el cielo hace frío :
“El dios fue condescendiente con Orión y atendió sus súplicas. La Tierra tembló, y desde entonces lo ha venido haciendo hasta nuestros días cada vez que ha visto aparecer a Orión sobre el firmamento, ya que éste siempre ha traído consigo el viento, el frío, las tempestades, los hielos, las nieves y las escarchas, que tan abundantes son en invierno sobre la Tierra, coincidiendo con la llegada de esta constelación”

Por qué está lejos de Escorpio:
“También se encargó Zeus de situar el Escorpión (Scorpius) en el firmamento, pero tuvo cuidado de ponerlo lo más alejado posible del gigante para que nunca más volvieran a enfrentarse. Así pues, cuando Orion desaparece de la bóveda celeste es cuando hace su aparición Scorpius. Mientras que Orión aparece durante el invierno, Scorpius lo hace en el verano”

La vanidad de Orión, ridiculizada por un humilde escorpión:
“Un día, cuando el soberbio gigante se encontraba reunido con sus amigos, envaneciéndose de que ni los tigres, ni las panteras, ni aún los leones o serpientes eran capaces de producirle espanto alguno, desbordó la paciencia de su madre, la cual le mandó un escorpión muy venenoso. Orión, al verlo, no pudo contener su irónica sonrisa ante la ridiculez de aquel insignificante adversario enviado por Gea. 

         El gigante se confió demasiado y el escorpión le picó en un pie con su potente aguijón venenoso. La terrible ponzoña se extendió por toda la sangre del cazador y éste cayó al suelo medio moribundo. Cuando vio que la muerte era ya inminente, pidió auxilio e imploró venganza al todopoderoso Zeus, ya que la muerte que le acechaba era poco gloriosa para un personaje de su talante. Le pidió al dios supremo que lo colocaran en los cielos con sus dos fieles perros de caza (Canis Mayor y  Canis Menor) y una liebre (Lepus), para que los hombres, cuando miraran hacia arriba en las oscuras noches estrelladas, recordaran sus aventuras como cazador. También le pidió a Zeus el dominio de las tempestades, las tormentas, el hielo y los vientos, a fin de poderse vengar así de su madre la Tierra (Gea).” 


4º. El destino de las estrellas

5º. La Mitología griega en el Museo del Prado
 
Que disfrutéis lo que queda de fin de semana
Un cordial saludo
Alvaro

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